A la hora de ponerte a escribir has de tener en cuenta todos los detalles, y lo más importante de todo: sé práctico. Es decir, ten a mano todo lo que necesites mientras escribes. Y cuantas más cosas tengas en cuenta, mejor para ti.

Lo primero de todo saber dónde vas a escribir, lo que tienes a tu disposición o vas a requerir en cualquier momento para escribir. Y eso incluye desde lo más necesario —el ordenador, máquina de escribir si aún eres un afortunado o un nostálgico, y una agenda o cuaderno. Bolígrafos, diccionarios y libros de consulta, etcétera— hasta aquello que te puede ayudar a mantener la concentración: café, algo de fruta, agua abundante, o bien cualquier otro tipo de bebida si así lo prefieres.

Luego están los elementos que se encuentran fuera de la mesa y que te facilitarán la vida en tu proceso creativo. Entre esos elementos caben destacar las cajoneras de la mesa en la que vayas a trabajar, que te permitirán guardar la documentación relacionada con la novela que tienes entre manos. Procura almacenar cada cosa en el mismo cajón para tenerlas controladas. Y si lo prefieres, etiqueta cada cajón para tener siempre claro lo que hay en cada uno de ellos.

Una pizarra tampoco te vendría mal para anotar todas las ideas que vayan surgiendo para desarrollarlas según te convenga o lo mande la trama, o bien borrarlas si ya no te sirven; y ni mucho menos un corcho. En este caso te vendrá de perlas para colgar información/recortes de prensa que te puedan ayudar durante el proceso de escritura, notas relacionadas con el proceso de investigación…

En definitiva, todo aquello que te facilite la vida a la hora de escribir esa novela que tienes en la cabeza.

FUENTE: Sinjania.com.