Entrevista a Fernando Sáez Carrión, autor de “Páginas efímeras”

Entrevista a Fernando Sáez Carrión, autor de “Páginas efímeras”

¿Qué se va a encontrar el lector en esta obra?

Una sucesión de escritos al libre albedrío. Es difícil definir: son relatos cortos, pensamientos largos o poemas cocinados «vuelta y vuelta». Incluso a veces, sin pretenderlo, he creído distinguir alguna licencia atrevida de cara al lector e incluso a la Editorial. Pido perdón. En definitiva, Páginas efímeras son, «dimes, diretes, y los consabidos camafeos».

¿Por qué esta obra? ¿Qué te propones con ella?

Salirme de los esquemas literarios que he manejado hasta la fecha. Viene a ser como un paso hacia la narrativa que espero se produzca definitivamente en un futuro próximo. Con Páginas efímeras he pretendido descubrir que también se puede hacer literatura de andar por casa, en pijama, con la cara legañosa y con el vaso de leche al lado de una cuartilla en blanco preparada para todo lo que venga. Quizás no sea elegante lo que rodea a este libro, pero como los escritos van a ser efímeros, seguro que nadie me lo va a tener en cuenta. Por parte de la Editorial estoy seguro.

¿Qué recomendarías al lector antes de comenzar a navegar por las páginas de esta obra?

Que, aunque pudiera parecer lo contrario, Páginas efímeras no falta a nadie al respeto (faltaría más). Que va en serio eso que digo de desayunar con estos relatos, con pijama o sin pijama. Que es una buena manera de empezar el día, leer trozos de este libro o de cualquier otro que pone a nuestra disposición Difundia Ediciones. Lo importante es no perder el hábito de la lectura. Tampoco estaría mal que la Editorial organizara desayunos literarios, con o sin pijama. Lo pagaríamos a «escote» claro…

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

Dicen que el tiempo no perdona. La vida pasa y se come los recuerdos. He cogido carrerilla con Paseos y latidos, y aprovechando la inercia, cada día he volcado sobre mis queridas cuartillas, relatos y pensamientos que todavía pululan por mi sesera de anciano. No son relatos autobiográficos, si acaso, un contubernio de ensoñaciones. Páginas efímeras nació con vocación de morir en la orilla.

¿Dónde te has inspirado para escribir esta obra?

En el escaparate que monté con mi recopilatorio de poemas de mi libro anterior. Confieso que me he plagiado un poco a mí mismo. Pero no lo tendré en cuenta ni me denunciaré. La Editorial puede estar tranquila. Aunque he tratado de disimularlo, y al margen de los títulos, se nota el poso de lirismo en los contenidos, que siempre arrastra un poema. Mención aparte merecen los Camafeos, algunos copiados literalmente, ya que, por insistencia, deseo pasar a la historia de la literatura universal como su creador. No lo consiguió acaso Don Ramón con sus greguerías. O Shiki con sus haikus. O los millares de escritores anónimos que inundan las redes sociales de aforismos y tuits. Pues eso.

¿Qué método utilizas a la hora de escribir?

Sigo teniendo deseos de pasear y de escuchar lo que ocurre a mi alrededor. Cada mañana con ese latido profundo que me ha mantenido insomne toda la noche me acerco a mi cuartilla, absorbo unos tragos de leche y me pongo a escribir.

¿Qué reglas sigues para escribir una obra como esta?

He acudido a la ficción. Me he dejado las llaves dentro de casa y me ha tocado esperar a mi mujer. En el descansillo de la escalera escribo todo lo que se me ocurre, sin orden ni concierto, sin relación alguna entre los diferentes relatos. Al final llega mi mujer y puedo reingresar a casa. He dejado toda la escalera llena de papeles, de páginas efímeras, que doña Difundia recogerá con la escoba… ¡supongo!

Valora brevemente Difundia Ediciones.

He obtenido grandes beneficios con mi obra anterior. La Editorial me está arropando como si fuera un artista novel, con cariño, paciencia. A mis años es de agradecer que le mimen a uno. El Equipo trabaja con una profesionalidad formidable tanto en la recepción de manuscritos y archivos como en la maquetación y producción de la obra. Marca perfectamente las pautas y lleva al autor en volandas. Por eso Páginas efímeras, como anteriormente Paseos y latidos, verá la luz y pasará a formar parte con orgullo de su gran fondo editorial.

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