¿Qué se va a encontrar el lector en esta obra?

La lectura de todas las esquinas de una reflexión viva sobre el quehacer político.

¿Por qué esta obra? ¿Qué te propones con ella?

La reflexión es una constante en mi vida y, en cualquier rincón del planeta, te debe generar preguntas existenciales la historia natural de la política, tan aleatoria y tan necesaria, al mismo tiempo.

Provocar un minuto de silencio, en el que se encuentre el desahogo que se precisa para reflexionar, antes de emitir el próximo voto.

¿Qué recomendarías al lector antes de comenzar a navegar por las páginas de esta obra?

Respirar hondo, buscar el humanismo en los renglones del alfabeto del alma, mirar a su alrededor y aprender a sincerarse con la misma historia.

¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

Al desconocer el modo de protestar, desde mi tarea cotidiana, contra la costumbre de hacer política y el hábito obnubilado de aceptar lo que tenga que ser.

¿Dónde te has inspirado para escribir esta obra?

Una vez leí Carta a un amigo de William Shakespeare y me llegó al alma, identificándome en sus párrafos manuscritos y descubriéndome en sus puntos suspensivos.

¿Qué método utilizas a la hora de escribir?

Sentarme, dejar que la rabia aflore y los sentimientos coloreen mi cara, a cualquier hora del día.

¿Qué reglas sigues para escribir una obra como esta?

Soy estructurado en mi forma de ser y actuar y pretendo reflejarlo al escribir, con la pretensión de mantener un hilo conductual, pero siempre soñando para no perder espacios de libertad.

Valora brevemente Difundia Ediciones.

Un grupo constituido al alcance de las ilusiones, sin compases ni listas de espera, con la sinceridad de quien espera entablar una relación de amistad, más allá de la letra menuda de los contratos y con deseos de impulsar una reflexión profunda, que para mí es lo que define cada minuto de mi vida.