Por Georges Moukouti Onguédou y Léonard Gaston-Marie Aboussa Meudje

La figura del detective en las formas detectivescas tradicionales y los modelos subversivos del género cuestiona en filigrana la predominancia del Positivismo, del Racionalismo y del Cientificismo como fundamentos ideológicos únicos en la novela detectivesca; fundamentos observables en el modelo clásico (policial), pero no siempre en los modelos subversivos del género donde imperan también el Espiritualismo, el Ocultismo y el Costumbrismo. Esta investigación pasa revista a las características generales y los valores culturales del género detectivesco, con particular énfasis en las cuestiones de identidad que plantea el modelo subversivo, postulando la inherencia del crimen al Hombre, pero sobre todo a cada sociedad y cultura. También explora unas prácticas detectivescas en sociedades tradicionales. Partiendo de estas prácticas, se observa que la figura del detective en el fondo no está nítidamente relacionada, como queda generalizado, con el advenimiento de la civilización industrial del siglo XIX, ni con la aparición de la ciencia positiva, tampoco con el auge de la civilización moderna, y por lo tanto con el policía («polis» = ciudad). Afirmar que el detective lleva sui generis la impronta de la civilización industrial es discutible, pues esta figura viene perpetuada secularmente por sociedades tradicionales por el mundo. Esta percepción de las cosas parece obedecer a unas consideraciones ideológica, histórica y culturalmente justificables, única y sumamente desde una triple perspectiva: Occidentalismo, Racionalismo y Modernidad. Por último, se analiza la figura del detective en unos modelos subversivos de la novela detectivesca que plasman la idiosincrasia del mismo en función de su vinculación espacial, étnica, social, cultural, racial, genérica o de su orientación sexual.