Una de esas obras que es un placer leer por lo que te enseñan, pero más por la sabiduría y conocimiento de los hechos que demuestra el autor. Porque Abdou Khadre Bop sabe de qué habla, y para hacerlo se vale de la realidad y de su mirada para pintar un paisaje que, como bien dice el título, está entre montes y calores.
Porque el gran acierto de dicho autor es eso, precisamente: dejar que la realidad impregne su mirada para contarnos la historia de tres generaciones entrecruzadas por una gran cantidad de acontecimientos. Y todos ellos empapados de la verosimilitud que exige una mirada como la suya, que ha visto lo que ha visto; y que sirve para unir el espacio y el tiempo entre escenarios tan semejantes y diferentes a la vez como son Bake y Dindefelo, Bake y Banda, Bake y Kaolack, y Bake y Dakar.
Entre montes y calores es, además de un precioso título, una metáfora de la vida en la que se mezclan lo sobrenatural, lo místico, lo supersticioso y lo verosímil. Hay espacio para todo en la pluma de Abdou Khadre Bop; de la que se vale para poner en tela de juicio temáticas entorno a la interpretación el sentido y el valor de lo que supone escribir. Y, al mismo tiempo, extrapolar dichas percepciones a campos tan diversos y no menos interesantes como son la democracia o los mismos conceptos del tiempo y el espacio.
En definitiva, Abdou Khadre Bop se vale de la mirada de los miembros de la familia Mani Mani para transmitirnos un mundo que no es nada diferente al que conocemos o nos rodea; y sin embargo es tal su singularidad que no deberías perderte la oportunidad de saber qué es lo que ocurre Entre montes y calores.