Manuelito y el espejo mágico, de Luis Seguel Arriagada, es un relato poderoso desde un punto de vista imaginativo y visual. Una manera de conocer las andanzas del personaje, Manuelito, y su habilidad para hablar con los animales. Novela de la que dicho autor nos cuenta algunas curiosidades a continuación.

«Manuelito es un joven como cualquiera de nosotros en la edad adolescente, inquieto, con gran sentido del honor y de las viejas tradiciones rurales», comienza contándonos Luis Seguel Arriagada, en contraposición de sus hermanos Juan y Pedro, «que son más bien traviesos, y que cuando tienen que tomar decisiones primero piensan en ellos mismos», prosigue.

La introducción del contexto en el que se desarrolla la historia es quizás —en opinión de Luis Seguel Arriagada— muy poco utilizada por los escritores en la actualidad. «Castillos, reyes, princesas y magia que se entrelazan en esta singular historia. Pareciera parte de un género narrativo que quienes peinamos canas nos acompañaron en nuestra niñez, con cuentos como blanca nieves, la caperucita y la cenicienta».

Asimismo, el hecho de dotar al personaje de la posibilidad de entender el lenguaje de los animales e interactuar con ellos «nos da la posibilidad a través de estos personajes no humanos humanizar el relato con virtudes de la época de la caballería, propio del mundo creado por Tolkien», asegura el autor de Manuelito y el espejo mágico.

«De este personaje en particular, me refiero a Manuelito, escuché algunas historias cortas de él durante mi niñez, relatos antiguos de origen desconocido», concreta Luis Seguel Arriagada.

En consecuencia, un relato que encierra muchas cosas, y como es costumbre en su autor, Luis Seguel Arriagada, se caracteriza por dejarte un regusto la mar de agradable a pesar del tema tratado y de la crudeza con la que lo hace. Y muy original en lo que se refiere al uso del lenguaje de los animales. Pero que muy original.